Es una de las salsas más económicas y de las más saludables, siempre que sea casero. Abusar de su consumo, como siempre, puede ser perjudicial. Sobre todo, debemos tener especial cuidado con las etiquetas donde reza «tradicional», «artesanal», «receta casera», etc. Nos pueden llevar a engaño. Por eso, la OCU ha realizado un informe completo en el que ha analizado 113 muestras de botes de tomate y ha sacado los considerados como menos recomendables.
Como decíamos al principio, debemos tener cuidado con las etiquetas «artesanales» o «de la abuela». Este es un claro ejemplo de ello. La salsa de tomate que encontramos en Carrefour no tiene nada que ver con una receta tradicional.
Al no existir ningún tipo de regulación sobre el tema, pueden emplear dicha nomenclatura sin control. Así, encontramos en su interior varios ingredientes como un 78% de tomate, un 15% de aceite de oliva, sal, azúcar, ajo y acidulante: ácido cítrico.
Muchos son los productos que encontramos en Mercadona y que pasan con nota los filtros y análisis de la OCU. Sin embargo, no es el caso de este tomate frito cuya receta pretende ser artesana, cuando, en realidad, no lo es.
A pesar de que lo encontramos incluso en la etiqueta, lo cierto es que hablamos de un producto muy calórico, pues aporta 201 kcal por cada 100 gramos. Además, tiene un contenido medio en grasas, sal y azúcares, de ahí la nota tan baja que ha sacado en el informe nutricional.
El tomate frito de Helios
Algo que la OCU ha encontrado destacable en el tomate frito de la marca Helios es que está elaborado con una cantidad de ingredientes mayor que los que encontramos en otros de los casos analizados.
Esta es la principal razón de que cuente con una nota baja en el análisis. Entre ellos, encontramos tomate, aceite de girasol, cebolla, azúcar, jarabe de glucosa y fructosa, sal, almidón modificado de maíz, acidulante: ácido cítrico y especias.
De la marca Helios la OCU se quedaría con el tomate frito con aceite de oliva virgen extra. También es recomendable optar por el tomate frito receta artesana con aceite de oliva, que comparte nombre con el de Mercadona.
Orlando, la misma etiqueta que el de Mercadona
Cuando mencionamos Orlando, enseguida nos viene a la mente una de las marcas de tomate frito que cuentan con mayor prestigio en nuestro país. Además, encontramos otro tipo de productos como platos preparados y deliciosas salsas.
Sin embargo, en este caso, hablamos de un producto más económico que no pasa con buena nota el análisis. Aunque está elaborado con tomate, cuenta con un 5% de aceite de girasol sofrito con cebolla y ajo, azúcar y sal.
Si queremos optar por una variedad de Orlando, la OCU nos recomienda probar el tomate natural triturado extra al estilo casero. Este sí está catalogado con una buena valoración nutricional.
Ahorramás, como Mercadona, también se une a lo artesano
De la marca Alipende, la blanca de Ahorramás, podemos encontrar esta variedad de tomate que juega en su nombre con la etiqueta «frito como en sartén». Sin embargo, no es uno de los que pasan el análisis de la OCU con mejor nota.
Cuenta con un contenido medio en grasas, sal y azúcar. Además, está elaborado con tomate, aceite vegetal de girasol, sal, azúcar, espesante y acidulante. Por ello, no pasa de la nota C en Nutriscore.
En su lugar, la OCU recomienda adquirir el tomate triturado ecológico, también de Alipende. La razón es que solo contiene un 99,3% de tomate ecológico, sal y acidulante.
Juan Ranas, el casero que la OCU evita
La tienda gourmet Juan Ranas tampoco se libra del filtro propuesto por la OCU. Sus productos los podemos encontrar, además de en su web, en lugares grandes y especializados, como puede ser El Corte Inglés. Sin embargo, este no convence.
En el caso del tomate frito casero, contiene 122 kcal por cada 100 gramos y un gran contenido en sal. Esa es la razón por la que no convenza y por la que no debemos abusar de su consumo.
El Corte Inglés, la receta tradicional que no convence
Al igual que sucede con productos como los de Mercadona, Lidl o Carrefour, no podemos fiarnos de que en la etiqueta ponga «estilo casero» o «receta tradicional». Tampoco si hablamos de este tomate que podemos encontrar en El Corte Inglés.
Fabricado bajo su marca blanca, Aliada, encontramos un producto elaborado con tomate, un 15% de aceite de oliva, sal, azúcar, ajo y acidulante, lo que aporta un toque ácido y característico a la receta.
Lo peor es que tiene 195 kcal por cada 100 gramos y un contenido medio de azúcar, sal y grasas. Por eso, según la OCU, la opción más recomendable es optar por el tomate triturado BIO.
FUENTE: Moncloa